martes, 2 de junio de 2009

EL DIARIO DEL PROFESOR
La enseñanza tradicional es una actividad que tiene lugar en un contexto institucional ubicado en tres niveles: el aula, el centro y el sistema educativo.
Esta clase tradicional se basa mediante una trasmisión verbal de contenidos que no poseen ninguna conexión directa con la realidad; la secuencia metodológica del modelo tradicional sigue los siguientes pasos:

1. la explicación del profesor, es el relato de contenidos y conceptos que se brinda a los estudiantes con ayuda de libros intentando que los alumnos comprendan.
2. la realización de las actividades, se realizan para precisar los contenidos que el profesor ha sacado de libros y a los que le ha hecho una pequeña modificación, estas actividades son para fortalecer la memorización del estudiante.
3. realización de actividades sobre lo aprendido, son preguntas orales o escritas que se califican de acuerdo con el nivel de memorización de los alumnos.

Desde una perspectiva científica y tecnológica se ha pretendido organizar los procesos de enseñanza proponiendo como elección la descripción de los aprendizajes. En este enfoque el alumno desarrolla una serie de respuestas siguiendo las pautas y secuencias que da el profesor.

La secuencia metodológica de este modelo es la siguiente:

1. programación de objetivos generales, específicos y operativos. programación y temporalización de actividades relacionadas con dichos objetivos.
2. aplicación de las actividades programadas.
3. evaluación en relación con los objetivos operativos. evaluación de recuperación.

En la alternativa espontaneísta los alumnos aprenden espontanea y naturalmente teniendo contacto con la realidad. El profesor tiende a convertirse en un líder afectivo y social.

-el conocimiento esta en la realidad y el alumno esta en contacto con ella ya que se puede acceder espontáneamente a ella.
-es más importante el aprendizaje de procedimientos, destrezas y valores que el de conceptos.
-no es posible planificar y dirigir la enseñanza si queremos atender los intereses de los alumnos.


Algunas de las actividades son del siguiente tipo:

1. identificación de los interese de los alumnos y elección de la propuesta de trabajo
2. realización de salidas, observaciones, etc. de acuerdo a las propuestas y elaboración de trabajos individuales y de grupo.
3. realización de asambleas para resolver los problemas de la clase.

La programación suele improvisarse en cuanto a las propuestas de trabajo que se establecen en el aula, la evaluación es un proceso colectivo de análisis y toma de decisiones renunciando el profesor a cualquier seguimiento de aprendizaje de los alumnos.
Un enfoque superador de la enseñanza tradicional debe responder al enfoque tecnológico y espontaneísta favoreciendo que la practica educativa se convierta en una practica fundamental rigurosa e incorporando conocimientos desde diferentes campos del saber.

Principios didácticos que guían la propuesta de intervención:

-La investigación de los alumnos como proceso de construcción de normas, actitudes, destrezas y conocimientos en el aula.
-la investigación de los profesores como forma de propiciar una practica reflexiva y un desarrollo profesional permanente
-el carácter procesual, abierto y experimental de los currículos, como forma de establecer un equilibrio adecuado entre planificación y evaluación de la enseñanza.

El profesor es el mediador fundamental entre la teoría y la práctica educativa, el papel que desempeña es de regulador y trasformador de toda iniciativa externa que pretenda incidir en la dinámica de las aulas.

Esta mediación se realiza a través de un doble proceso; en el plano cognitivo el profesor interpreta y valora las informaciones exteriores que recibe ya sean modelos educativos o instrucciones curriculares, el enseñante se conduce en la clase como un práctico que toma innumerables decisiones sobre su comportamiento concreto.

El profesor desde este punto de vista diagnostica los problemas, formula hipótesis de trabajo, experimenta y evalúa dichas hipótesis, etc. en definitiva es un investigador en el aula.

El profesor concibe la realidad escolar desde su particular modelo didáctico constituido por un conjunto de creencias de diferente naturaleza: concepción epistemológica e ideológica, acerca del desarrollo humano, sobre el aprendizaje y las relaciones sociales, sobre los contenidos.

El diario permite reflejar el punto de vista del autor sobre los procesos mas significativos de la dinámica en la que esta metido. Es un guía de reflexión sobre la práctica que favorece la toma de conciencia del profesor sobre el proceso de evolución y sobre los modelos de referencia

Al comenzar el diario se suele tener una visión simplificada y poco diferenciada de la realidad. Las situaciones y acontecimientos de la clase se perciben como hechos aislados, se suele pensar que las personas aprenden según sus capacidades dejando atrás el dicho que dice “el alumno aprende según su interés, motivación y el acceso que este tenga con la información”.

El diario se centra inicialmente en aspectos superficiales y anecdóticos de la realidad, olvidando otros menos evidentes. El diario ha de propiciar el desarrollo de un nivel mas profundo de descripción de la dinámica del aula a través de un relato constante, el hecho de reflejarlo por escrito favorece el desarrollo de capacidades de observación y categorización de la realidad que permite ir más allá de la misma percepción intuitiva. Para lograr el análisis de las observaciones se puede orientar a identificar y aislar los diferentes elementos haciendo preguntas problematizadoras.

La descripción de la clase puede resultar difícil al diferenciar las descripciones de las interpretaciones y valoraciones espontaneas. Esta dificultad se puede ir superando si se comienza a incorporar poco a poco la diferencia entre lo que se describe espontáneamente y el análisis mas claro, de esta manera comenzaran a aflorar los problemas prácticos y los dilemas que mas nos preocupan.

El diario facilita la posibilidad de reconocer problemas y de asumir la realidad escolar como compleja y cambiante.

Se considera como problema algún hecho, situación, planteamiento, etc., que no se pueda resolver fácilmente utilizando los mecanismos que normalmente utilizamos.
Las concepciones no solo determinan nuestra manera de ver la realidad sino que también nos orientan nuestra actuación en el aula, estas concepciones son el punto clave de cualquier contexto educativo:

Concepciones referidas al alumno: como aprende, las capacidades, causa de las conductas, posibilidades de cambio y desarrollo, derechos y deberes de los alumnos, como se facilita el aprendizaje.
Concepciones referidas al papel del profesor: su autoridad, la relación con el curriculum, su profesionalidad, estilos y métodos de enseñanza, fines y metas pedagógicas.
Concepciones referidas a la materia: carácter absoluto o relativo del conocimiento, importancia del conocimiento espontaneo de los alumnos, naturaleza del conocimiento escolar-científico-cotidiano, técnicas de enseñanza, materiales, recursos.
Concepciones referidas al ambiente: relaciones psicosociales dentro y fuera del aula, toma de decisiones, líderes, ambiente físico, organización de los materiales, organización del espacio y del tiempo

Para realizar un diario de trabajo en equipo se debe comenzar con la lectura y el análisis de todos los acontecimientos que se han reflejado en el diario genera un intercambio de puntos de vista que eleva el nivel de comunicación.

Acostumbramos decir que los problemas que se presentan en el aula son exclusivos de nuestra clase pero cuando ampliamos el horizonte y lo compartimos en equipo de trabajo la comprensión pasa a un nivel superior y los problemas ya no son mis problemas sino que ya pasa a ser problemas profesionales compartidos.

Los profesores deben tener en cuenta estos aspectos para el intercambio de puntos de vista:

-La visión que tiene de su autonomía profesional, las concepciones de su tarea y las responsabilidades profesionales.
-Las opiniones que tienen de su clase, de los alumnos, de otros profesores, del centro y el sistema educativo y social.
-Los esquemas de conocimiento que poseen, los modelos que utilizan en la enseñanza, las creencias epistemológicas, científicas, pedagógicas, psicológicas.
-Los obstáculos cognitivos, afectivos y metodológicos que bloquean los procesos de evolución profesional.
-Los problemas, intereses y necesidades que manifiestan.
-El intercambio, la contrastación y el análisis de los aspectos mencionados facilita la ampliación de los puntos de vista iníciales y favorece la evolución de las concepciones.

El trabajo en equipo de los profesores se orienta mediante el siguiente esquema:

A: descripción, análisis, valoraciones recogidas del diario
B: lectura, discusión y análisis de todo lo anterior, intercambio de puntos de vista, experiencias, etc., detección de problemas.
C: elaboración de conclusiones para el diseño de nuevos programas de intervención.

La perspectiva de adecuar, adaptar y negociar con los alumnos, tanto su papel en la escuela como el contenido y la orientación de los procesos de enseñanza-aprendizaje requiere de la explicitación y la contrastación con los alumnos de aspectos como:
-La visión que tiene de la escuela, del profesor y de la clase en general.
-La percepción que tiene de su papel en la clase y la relación con los demás compañeros.
-Los obstáculos cognitivos, afectivos y metodológicos que presentan en los procesos de aprendizaje y desarrollo.
-Los intereses, necesidades y problemas que manifiesta.
-Las conductas más significativas que presenta.

Para la selección de los objetos de estudio se debe tener en cuenta las necesidades, problemática e intereses de los alumnos; esto se puede realizar mediante la observación directa o podemos utilizar cuestionarios, entrevista, salidas, paseos literarios u otras actividades que nos permita llegar al objetivo. Estas conductas se deben llevar registradas en el diario a medida que se observa atentamente al alumno.

Trabajar con las ideas de los alumnos facilita la adopción de nuevos enfoques de objetivos y contenidos; organizar los contenidos de la enseñanza y los esquemas de conocimiento de los alumnos favorece la selección de problemas y actividades para investigar en la clase; la evaluación.

El asesor o facilitador es el especialista en formación de profesores, este debe asumir un papel parecido al que desempeña el profesor, ayudando a explicitar y diagnosticar los problemas
Llevar un diario de clase nos permite recoger la información que consideramos importantes del desarrollo de acontecimientos y puede ser analizada conjuntamente con el profesor-equipo de profesores-asesor/facilitador y contrastarse con informaciones de otras fuentes como observación de otro compañero o del facilitador, entrevista a los alumnos, grabaciones de las clases.

El proceso de contrastación se puede realizar entorno a tres momentos:
-La descripción y el análisis de la dinámica general de la clase para determinar su situación de partida
-El diseño de nuevas acciones que aborden e intenten superar los problemas detectados, comparando la planificación con la propia actuación, con la de otros compañeros, con las ideas de los alumnos, con otros modelos y experiencias y con aportaciones de las ciencias de la educación recogidas en la bibliografía.
-El desarrollo y la experimentación de loa nuevos diseños así como su seguimiento investigativo.

Un diario de nuestra experiencia docente implica poner en práctica un método de desarrollo profesional permanente y un proceso donde podemos resaltar momentos y fases relativamente diferentes; los cambios de ideas han de tener un reflejo de nuestro programa de intervención y para esto el diario es el testigo biográfico fundamental.

En educación la intuición de que “lo que hacemos no sirve” y por lo tanto “hay que cambiar la clase completamente” esto percepción se suele convertir en ocasiones en el peor enemigo del cambio.

El “idealismo pedagógico ingenuo” pretende trasladar “el ideal” a “la realidad” confundiendo el conocimiento teórico (saber) con el practico (saber hacer). La práctica rutinaria no es considerada como lo que se puede hacer sino como lo que se tiene que hacer.

Una adecuada posición profesional requiere saber cambiar dos procesos relacionados pero diferentes; el primero es el proceso de construcción teórica sobre la enseñanza es decir que debemos definir el modelo didáctico y el segundo es el proceso de construcción practica de nuestro saber hacer profesional.

Lo nuevo no es siempre lo contrario de lo viejo; lo nuevo siempre se apoya en lo viejo aunque lo neguemos ya que al aplicar un nuevo programa de intervención descubrimos que por más cambios que le hayamos hecho, nuestra práctica se moverá entre las rutinas anteriores.

Programar es buscar un compromiso entre el grado de elaboración de mi teoría pedagógica, la teoría que tengo de la realidad escolar en que me muevo y mi propia teoría profesional.

Evaluar es investigar la acción que ocurre cuando aplicamos el programa para comprender las dificultades practicas, los bloqueos, las variables no tenidas en cuenta y todos los datos que nos permitan reformular, depurar y complejizar el programa, el modelo o teoría que lo sustenta.

El diario deja de ser un registro escrito del proceso reflexivo para convertiré progresivamente en el eje organizador de una autentica investigación profesional.

El diario adopta un estilo mas estructurado y se convierte e el desencadenante de otros medios de investigación como entrevistas, cuestionarios, análisis, etc. el diario es por tanto el cuaderno de trabajo del experimentador, donde anota las observaciones, recoge las entrevistas, escribe el contenido de los materiales de la clase, compara y relaciona las informaciones y establece conclusiones.

Nuestra propuesta es que caractericemos al comienzo de la unidad el estado inicial del conocimiento de los alumnos (el nivel de conceptualización, las actitudes y valores predominantes, las destrezas). De la misma manera conviene conocer los bloqueos u obstáculos cognitivos y afectivos que impiden un mayor grado de evolución de los conocimientos.

para realizar esta tarea podemos utilizar dos estrategias; 1) poniendo en marcha actividades iníciales diversas y muy abiertas que enfrente a los alumnos con la problemática de estudio y durante los cuales pueden expresar con tonalidad sus opiniones y puntos de vista espontáneos; 2) pasándole a los alumnos unos cuestionarios diseñados especialmente para recoger sus concepciones previas.